Nieve en Buenos Aires

Una rareza. Tanto, que hasta el Servicio Meteorológico Nacional dudó en anunciarlo: nevó en Buenos Aires. Por primera vez en casi un siglo los porteños vieron caer nieve en la ciudad y, por supuesto, muchos salieron a las calles a festejar.

Empezó con una nevisca y luego pasado el mediodía se transformó en claros copos de nieve. La gente enloqueció y salió a las calles a celebrar el fenómeno.

(...) ¿Cómo? Según Héctor Ciappesoni, interventor del Servicio Meteorológico Nacional y vicepresidente del Centro Argentino de Meteorólogos, la posibilidad de que se vea la nieve en la Capital se debió a una combinación de dos factores: viento frío de la Antártida y un centro de baja presión desde la Cordillera.

A diferencia de la hoy, la nevada de 1918 se registró un día de bajísima temperatura (-5,8) como consecuencia de un avance de un frente polar desde el sur que llegó en esa oportunidad, según Ciappesoni, hasta la provincia de Misiones.

Esta vez, a la rareza del fenómeno, se suma lo atípico de su conformación: las temperaturas registradas en la ciudad están por sobre el nivel de cero y aún así nevó, por la ayuda del centro de baja presión de la Cordillera, que hizo que la nevada esta vez avance desde el oeste.

Cambio climático. En Buenos Aires cada vez pareciera que hay más fenómenos atípicos: la nieve, el granizo, y cada vez registros mayores de lluvia. Quienes estudian el cambio del clima, tienen entre los parámetros de estudio establecidos el registro de extremos meteorológicos cada vez mayores, como los que se están dando en Buenos Aires.

“Algo está pasando que tenemos más intensidad de precipitación, más agua en el suelo, hoy tenemos otro extremo [meteorológico] como la precipitación de nieve y el año pasado tuvimos granizo . Esto está indicando que los parámetros extremos son más intensos”, indicó Ciappesoni.