Manda huevos...

El señor Ansar sigue insistiendo en no reconocer su error. Sigue negando que la invasión de Irak fuese una equivocación. En el semanario argentino "Perfil" el ex-presidente deja unas cuantas perlitas, como por ejemplo que "Lo que me convenció es que la comunidad internacional no puede aceptar los desafíos de un dictador que no sabe lo que hace y del cual teníamos sospechas de un armamento muy peligroso". También afirma que "la invasión estuvo justificada por los derechos humanos y el convencimiento de que se estaba en disposición de buscar un tipo de armamento que era muy amenazante".

No contento con seguir en sus trece, el señor Ansar cuando el periodista le pregunta que si cuando "se comprobó que las hipótesis del armamento eran infundadas, ¿sintió culpa?" el susodicho responde que "No, porque yo no mandé a nadie a combatir. Simplemente creo que el mundo era mejor sin Sadan Hussein".

Toma ya, con dos cojones. Encima orgulloso el tío. Cada día que abre la boca es que sube el pan. Dios, que asco me da...

Pero es que lo peor no es eso. Lo peor es que encima le caen los trabajos para que siga enriqueciéndose y los elogios de los que (en mi humilde opinión) debió de favorecer a base de bien. Ahora el Fondo británico de capital riesgo le ficha como asesor de su nuevo consejo. Y además le dicen que es una de las "figuras clave de la democracia española". Vamos, que no creo que todos los iraquies que mueren a diario piensen igual...